Reseña: Una Noche. Enamorada

FICHA TÉCNICA


Título: Una Noche. Enamorada

Título original: One Night. Unveiled

Serie a la que pertenece: Una Noche 3

Autora: Jody Ellen Malpas

Editorial: Planeta

Nº de páginas: 464 pág

ISBN: 9788408144625




SINOPSIS
El desenlace de la historia entre Livy y Miller.
Livy nunca antes había conocido el puro deseo. El imponente Miller la ha cautivado, la ha seducido y la adora de formas que nunca había experimentado; conoce sus pensamientos más íntimos y hace todo lo que ella le pide. Él hará cualquier cosa para mantenerla a salvo, aunque para ello tenga que poner en peligro su propia vida. Pero el oscuro pasado de Miller no es lo único que amenaza su futuro juntos… Cuando descubren la verdad sobre el legado de Livy, sale a la luz un inquietante y perturbador paralelismo entre pasado y presente que hace que el mundo de Livy, tal y como lo conoce, se tambalee. Pronto se verá atrapada entre una incontrolable pasión y una peligrosa obsesión que podría destruirlos a los dos…


RESEÑA
Con esta última entrega de la trilogía he tenido sentimientos encontrados. La historia se inicia en Nueva York, justo cuando ya llevan allí una temporada desconectados del mundo. Pero, como todo lo bueno, esto también acaba y tienen que volver. Miller no quiere volver bajo ningún concepto, pero Livy no puede seguir lejos de su abuela.
Hasta este momento (los 2 primeros capítulos más o menos) bien. El problema es que los siguientes 10 capítulos aproximadamente me sobran porque, sinceramente. Se basa en muchas horas juntos, broncas, escenas de sexo en distintos lugares y poco más. Lo único que pasa a lo largo de esos capítulos que se sale de esa monotonía de broncas y sexo es que Livy tiene episodios en los que se le ponen los pelos de punta por sentirse en peligro. Sabe lo que tiene que hacer y es huir en esos momentos por su seguridad y porque Miller se lo ha pedido. Para mí que esas 200 páginas se podían haber resumido en la mitad y hacer el libro menos pesado en esas páginas.
A partir de la mitad del libro la historia gana emoción y te engancha, pero las situaciones son previsibles, sigue el mismo hilo argumental que muchas trilogías eróticas que ya he leído.
En esta entrega destacan William, el chulo de la madre de Livy y la abuela de Livy. William demuestra que no es un desalmado, que solo quiere compensar los errores del pasado que le persiguen. Para ello busca mantener protegida a Livy y alejada de su mundo, algo complicado teniendo en cuenta que está con Miller y por eso les intenta separar.
Por otro lado tenemos a la abuela de Livy, Josephine, una mujer ya mayor pero que es mucho más fuerte de lo que aparenta. Eso sí, cuando tiene que fingir ser una dulce y tonta abuelita también lo hace estupendamente. Pero cuando se trata de su familia, saca la vena de las mujeres Taylor y no quieres estar cerca cuando la saque.
Luego tenemos a Gregory, el mejor amigo de Livy. Ha perdido parte del protagonismo desde la aparición de Miller en la vida de Livy. Aunque también influye el hecho de que en la vida de Gregory ha aparecido Ben, un chico con el que se trae un tira y afloja permanente, se gustan y quieren estar juntos pero no saben cómo hacerlo. Pasan menos tiempo juntos por sus parejas. Y por último tenemos a George, el eterno amigo especial de Josephine, la persona que pasa con ella todo el tiempo posible pero, según Josephine, solo es un “amigo”, aunque se ve de lejos que son más que amigos.
Y no podemos olvidarnos de nuestra pareja estrella de la historia: Miller y Livy. Todo les iba bien en Nueva York, pero volver a la rutina ha causado algunos estragos en su relación. Cada vez está más claro el hecho de que no saben vivir el uno sin el otro. Es una relación que ellos viven muy bonita pero que no es sana porque son dependientes el uno del otro, no son capaces de estar más de 2 horas separados el uno del otro.

FRASES FAVORITAS
—La amo. Amo todo lo que representa, y amo lo mucho que ella me ama a mí. Que es más de lo que tú me quieres. ¡Es más de lo que cualquiera de vosotras dice quererme! Es un amor puro, es luz, y me ha hecho sentir. Ha hecho que ansíe más. Y mataré a cualquier hijo de puta que intente arrebatármela.

Esto es un juego. Una cacería. Lo deseo con locura, pero saber lo mucho que él me desea a mí sube las apuestas y aumenta nuestro anhelo hasta un punto casi insoportable… lo que hace que esta persecución resulte mucho más satisfactoria.

Años de angustia parecen reptar por mi cuerpo desde el suelo bajo mis pies para asfixiarme. El aire se vuelve denso y me dificulta la respiración. Me arden los ojos ante el recordatorio visual de mi sórdido pasado.

Y entonces veo la puerta. La puerta hacia la que me tambaleé la última vez que la vi. El artificioso pomo de la puerta parece dilatarse ante mis ojos, seduciéndome, mostrándome el camino, y las luces de las paredes parecen atenuarse conforme avanzamos. El suave barullo del ostentoso club se transforma en un zumbido apagado detrás de mí, y unos recuerdos dolorosos e implacables secuestran mi memoria.

—Todos tenemos opciones —dice Miller—, y yo he escogido la mía. Sería capaz de atravesar las entrañas del infierno por esta chica, y lo estoy haciendo. Tú no lo hiciste. Eso es lo que hace que yo merezca su amor. Eso es lo que hace que yo la merezca.

[…] Empieza a abandonar sus costumbres obsesivas a veces, o puede que me hay a acostumbrado a cosas que antes me llamaban mucho la atención. O tal vez los dos nos estemos acercando a un término medio sin habernos dado ni cuenta. Probablemente porque los dos nos morimos por el otro y, cuando no nos consume la pasión, estamos saltando obstáculos. Pero hay una cosa que sé muy bien. Lo único que es impepinable.
Estoy locamente enamorada de Miller Hart.

—Ya te lo digo yo. —Levanta la cabeza y me sonríe—. Todo lo que quieras darme es un regalo para mí, Olivia. —Una mano suave acaricia mi mejilla—. Tu belleza, para que pueda admirarla. —Examina mi rostro durante una eternidad antes de deslizar la mano lentamente por mi pecho y dibujar círculos alrededor de mi seno. Me tiembla la respiración y arqueo la espalda—. Tu cuerpo, para que pueda sentirlo. —Intenta contener la sonrisa y vuelve a mirarme a los ojos—. Tu impertinencia, para que pueda pelearme con ella.

Nunca pensé que alguien pudiera hacerme suyo por completo. —Empieza a llenarlos de whisky escocés—. Ni siquiera lo soñaba; ¿quién pensaría en lo imposible? —Se vuelve y desliza uno de los vasos en dirección a William—. ¿Quién quiere soñar con lo que no puede tener?

—No pensé que hubiera nadie capaz de amarme de verdad —continúa Miller —. No pensé que hubiera nadie capaz de hacerme dudar de todo lo que sabía. — Le da un largo trago a su copa sin dejar de mirar a William, que se revuelve incómodo en el taburete, mientras le da vueltas a su copa—. Entonces conocí a Olivia Taylor.

Las cosas bonitas normalmente se aprecian a primera vista, pero a veces miras un poco más y descubres que no son tan bonitas como pensabas. Hay pocas cosas que sean tan hermosas por dentro como por fuera. Aunque hay excepciones.
Miller es una de esas excepciones.

Le pongo las manos en los hombros para darle la vuelta y cuando le veo la espalda me llevo un buen susto. Qué desastre. Es un laberinto de líneas rojas. De algunas manan gotas de sangre y otras se han hinchado. Parece un mapa de carreteras. Quería que le hiciera daño de verdad pero por razones que no tenían que ver sólo con la combinación de dolor y placer. Quería que lo marcara. Ahora pertenece a alguien.

A mí.

 

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